REPLANTEOS Y SENSACIONES

La conciencia del TODO deviene de la percepción de una aparente nada, y esa misma enigmática apariencia, tiene el milagro de contener el TODO.

Más, el TODO no sería total, si lo otro no estuviese, si yo no estuviese, pues desde luego no sería TODO, faltaríamos nosotros.

Entonces, que importantes debemos ser para ese TODO, pues si nosotros no estaríamos, ¿quienes asumirían la conciencia de ese TODO y de sus partes? nacidos milagrosamente de una aparente nada.

Cuando no existía el antes, ni tampoco el luego, todo era un AHORA, un ETERNO PRESENTE, lo sigue siendo, pero con modificaciones.

Cuando el TEMPO todavía no había sido parido, la idea del SER ya ERA, por lo cual la eternidad, resplandecía en un manifiesto perfecto, pero sin cambios. Entonces, luego emergió en el escenario de la Creación, el Rey Tempo, quien delimitó lo ilimitado para que la posibilidad de evolución, a través de las mudanzas en su ciclo eterno, nos diese el Permiso a nosotros, almas con cuerpos, para que conociésemos la maravilla surgida del Espíritu Supremo, que desde la nada, nos dio este TODO para compartir amorosamente nuestras existencias en todo lo Creado.

Simbólicamente TEMPO se desposó con ERA, de quienes surgieron tres dimensiones distintivas, cuyos nombres son: FUE, ES y SERÁ.